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El parabrisas cumple 100 años de historia

Publicado: 07-06-2024

El parabrisas del coche es un elemento primordial de seguridad y confort en cualquier vehículo a motor. Sin embargo, no le solemos prestar la debida atención y solo nos acordamos de que existe cuando está tan sucio que ya no vemos nada o nos vemos obligados a desescarchar mediante un líquido descongelador de parabrisas.

Historia del parabrisas

Los parabrisas se incorporaron a los automóviles para proteger a los conductores y a los pasajeros de los fenómenos climatológicos, de los elementos proyectados por vehículos precedentes y de animales voladores.

Aunque los primeros parabrisas se colocaron en 1904, se trataba solamente de unas piezas de cristal convencional divididas horizontalmente. Sin embargo, pronto se comprobó que estos cristales provocaban gravísimas heridas a los conductores que colisionaban con su automóvil, por lo que existía una enorme controversia en torno a la conveniencia de su uso.

El cristal templado permitía superar los peligros que suponía la rotura del cristal convencional, ya que este tipo de cristal no se astillaba sino que se rompía en fragmentos muy pequeños y poco cortantes. Sin embargo, no se comenzó a producir industrialmente cristal templado hasta la segunda década del siglo XX.

Fue entonces cuando Ford comenzó a ofrecer el parabrisas de cristal templado como opción: el primer modelo en incorporar un parabrisas seguro para el conductor fue el mítico Ford T, en el año 1921.

Desde entonces, se han venido incorporando mejoras pero la estructura básica de los parabrisas laminados de hoy en día es muy similar a la de los parabrisas templados de entonces:

Los actuales parabrisas laminados constan de dos cristales templados que incorporan un material polimérico intermedio que hace que, en caso de rotura, el parabrisas quede de una sola pieza.

Adicionalmente, pueden disponer de tinturas y filtros antisolares fijos o variables y las lunas posteriores pueden equiparse con hilos calefactables para su desempañado automático.

Curiosidades del parabrisas

Veamos algunas curiosidades acerca de estos elementos de protección:

Los primeros parabrisas eran un accesorio de gran lujo pero poco práctico

Los primeros parabrisas no eran un accesorio montado de serie y consistían en unas simples láminas de cristal colocadas sobre unos soportes plegables.

Esto era así porque cuando estos rudimentarios y peligrosísimos cristales se ensuciaban, la solución más rápida era plegarlos y continuar conduciendo sin utilizarlos.

Fabricar cristal era muy caro por entonces y aquellos artilugios aumentaban tanto el coste del vehículo que muchos propietarios renunciaban a montar ese equipamiento, fácilmente sustituible por unas gafas de piloto.

Una mujer inventó los limpiaparabrisas

Algunos inventores trataron de diseñar diversos dispositivos de limpieza para los parabrisas, pero todos ellos eran poco prácticos y no tuvieron éxito.

Fue la inventora norteamericana Mary Anderson quien patentó en 1905 los dispositivos que hoy denominamos limpiaparabrisas. En su patente, esta emprendedora mujer lo llamó ‘dispositivo de limpieza de ventanas’.

Mary Anderson había observado que cuando hacía mal tiempo los conductores tenían que bajarse frecuentemente del vehículo para limpiar aquellos cristales y su ingenio hizo el resto para solucionar el problema.

Una curiosidad añadida es que los primeros limpiaparabrisas intermitentes son bastante recientes. Concretamente, los primeros coches en montarlos fueron el Ford Mustang y el Mercury Cougar, ambos modelos del año 1969.

No es lo mismo un parabrisas de cristal templado que un parabrisas de cristal laminado

Por internet leerás con frecuencia que Edouard Benedictus inventó por casualidad el cristal laminado que permitió que este se usase en los automóviles desde 1909. Ese último dato es incorrecto:

Cierto es que Benedictus inventó fortuitamente el cristal laminado, pero desde 1904 hasta 1921 los parabrisas estaban exclusivamente fabricados con el peligroso cristal convencional.

Entre 1921 y 1926 se generalizaron los parabrisas de cristal templado y el primer coche con cristales laminados fue un lujosísimo Rickenbacker fabricado en 1926. Muy pocos modelos montarían parabrisas laminados posteriormente.

De hecho, el uso de cristales laminados no comenzó a extenderse hasta pasada la Segunda Guerra Mundial.

Y no solo eso, sino que a finales del siglo XX aún era habitual que los vehículos más económicos montasen parabrisas de cristal templado.

Pronto será común que los coches incorporen parabrisas y lunas inteligentes

Algunos prototipos y vehículos de alta exclusividad comienzan a incorporar sofisticados sistemas inteligentes y digitales.

En menos de una década será común la consulta de mapas, indicaciones e información multimedia en el parabrisas de los coches de reciente fabricación.

La rotura del parabrisas es el siniestro que se tramita con mayor frecuencia en las compañías de seguros

La reparación del parabrisas representa alrededor del 30 por ciento de las reclamaciones tramitadas por las compañías de seguros de automóviles.

Curiosamente, las compañías son generosas con sus asegurados a la hora de reponer estos elementos. Y es que los actuarios de seguros saben muy bien que una luna en mal estado multiplica las posibilidades de siniestro grave, por lo que su sustitución es una manera muy eficaz de evitar futuras indemnizaciones de elevada cuantía.

Y para concluir, dos consejos que son tan válidos para un imponente Ferrari recién estrenado como para un modesto Volkswagen de ocasión: echa un vistazo al parabrisas del coche ocasionalmente en busca de microimpactos y jamás circules a alta velocidad con las ventanillas bajadas. La gran mayoría de las roturas de parabrisas durante la marcha pueden evitarse manteniendo cerradas las ventanillas.