Qué mirar al comprar un coche de segunda mano
Publicado: 07-06-2024
Es interesante saber lo que tenemos que mirar al comprar un coche de segunda mano, a fin de evitar llevarnos sorpresas desagradables una vez que ya hemos realizado todos los trámites de compra y pagado el vehículo.
Si adquirimos nuestro coche de ocasión en nuestro lugar de residencia, tendremos muy cerca al vendedor en caso de que se presenten anomalías y será relativamente sencillo que, si se trata de un profesional, nos las solucione o nos abone la reparación si es un particular.
Pero la amplia oferta de venta de coches de segunda mano en Barcelona y Madrid, así como sus precios más ventajosos, provocan que muchos conductores de provincias se sientan tentados a adquirir sus vehículos usados en esas grandes áreas metropolitanas.
Lo que no suelen tener en cuenta es que no es lo mismo examinar un coche al lado de su domicilio, con muchas horas disponibles para comprobar el coche antes de comprar, que hacerlo cuando se está de viaje y el tiempo apremia.
De la misma forma, será más complicado subsanar posibles averías o vicios ocultos cuando el vendedor se encuentre a cientos de kilómetros de nuestro lugar de residencia.
En esta guía explicaremos cuáles son los puntos clave de un coche y cómo revisar un coche de segunda mano en el mínimo tiempo posible, sin necesidad de tener ningún conocimiento de mecánica.
Cómo revisar un coche de ocasión: puntos a tener en cuenta
Realizar todas estas sencillas comprobaciones mecánicas no nos llevará más de 10 minutos:
Goteos de aceite u otros fluidos
Además de comprobar que no hay señales visibles de goteo, abriremos el capó para verificar que en el vano motor no hay huellas de derramamiento de líquidos.
Frenado en recta con las manos sueltas
Si el vehículo se desvía hacia un lado, es señal de problemas estructurales o deficiencias en los frenos.
Aceleración en recta con manos sueltas
En este caso, la desviación hacia un lado indica mal funcionamiento del sistema ESP y/o deficiencias estructurales.
Comportamiento en zona bacheada
Ruidos, chirridos o golpeteos en los bajos son indicadores de fallos en el sistema de amortiguación o mal estado de las rótulas.
Grosor de los discos de freno
En vehículos que supuestamente tienen muy pocos kilómetros han de estar prácticamente intactos. Unos discos con poco grosor nos dirán que el coche tiene más de 150.000 kilómetros.
No es una señal definitiva, ya que los discos pueden haber sido sustituidos recientemente.
Verificación del cambio
Cualquier anomalía, ruido o dificultad a la hora de engranar las marchas es motivo suficiente para desconfiar.
Observación del escape
Si al acelerar a fondo el humo es demasiado blanco o demasiado negro, algo no va como debería. Si además huele a aceite quemado, mejor nos olvidamos de adquirir ese coche.
Los ruidos interiores
Un exceso de ruidos o crujidos interiores durante la marcha nos avisan de que el coche está muy rodado o que ha se han desmontado y vuelto a montar elementos interiores.
Señales indicativas de siniestros graves
¿Y qué más mirar en un coche de segunda mano? Pues todos aquellos signos reveladores de que el vehículo ha sufrido un golpe importante. Porque, por muy bien que se repare un coche que ha sufrido daños severos, nunca quedará como nuevo:
- Interior del vano motor repintado o con cordones de soldadura desiguales
- Techo alabeado: el coche ha sufrido un vuelco o un golpe estructural que ha afectado al chasis
- Puertas, capó y portones desalineados o con holguras excesivas
Verificación del interior del vehículo
Si vemos que estos elementos están muy desgastados, sabremos que el coche usado tiene al menos 200.000 kilómetros:
- Pedales
- Volante
- Cambio
- Asiento del conductor
- Asideros de la puerta del conductor
Parece que ya hemos visto todo lo que hay que revisar al comprar un auto usado, pero no es así. Aún nos falta algo de vital importancia:
El informe certificado de la DGT, un documento oficial que nos garantiza que todo está en orden
Por muy bien que esté el coche, eso no te garantiza que no tendrás problemas tras pagarlo:
Puede ser que quien te lo intenta vender no sea su legítimo propietario. Y también puede ocurrir que el vehículo esté embargado o tenga cargas por parte de algún banco o entidad financiera.
El camino barato, fácil y rápido para evitar esos riesgos es solicitar el informe oficial de la DGT, que podemos obtener aportando la matrícula del coche usado.
Este informe tiene un coste testimonial y la DGT se compromete a expedirlo en un plazo máximo de 48 horas tras su solicitud telemática. Lo normal es que lo recibamos en nuestro correo electrónico al siguiente día laborable.
Además, con el certificado de la DGT conoceremos, entre otras cosas:
- Los resultados de las sucesivas inspecciones ITV
- El kilometraje registrado en las mismas
- El número de propietarios que ha tenido el coche
- Si ha estado implicado en siniestros graves
- Usos específicos anteriores como taxi, coche de ‘renting’ o vehículo de reparto
Ahora ya sabes qué mirar al comprar un coche de segunda mano antes de hacer efectivo el pago del automóvil. Pero, aunque todo parezca estar en orden, cuando tu intuición personal te diga que algo no va bien, olvídate de las comprobaciones objetivas y busca otro vehículo.