Coche manual o automático: qué opción elegir
Publicado: 08-06-2024
Hasta hace pocos años, en nuestro país casi nadie se planteaba elegir entre un coche de cambio manual o automático, ya que la decisión de compra por defecto correspondía a un vehículo de cambio manual.
Sin embargo, las tornas están cambiando: los coches híbridos y eléctricos exigen la utilización de un cambio automático y en algunos vehículos de alta gama cada vez es más frecuente que esa sea la opción de serie, sin posibilidad de acceder a un cambio manual.
Conozcamos las particularidades de cada sistema de cambio y juzguemos si nos conviene más un coche manual o uno automático.
Diferencias entre un coche manual y automático
Empecemos por lo evidente: un coche manual tiene un sistema de marchas que ha de controlar físicamente el conductor, moviendo la palanca de cambios y pisando el pedal del embrague.
Y los coches automáticos cambian las marchas sin que el conductor intervenga, en función de las demandas de potencia requeridas. Por eso no incorporan pedal de embrague.
Sin embargo, en la mayoría de los vehículos automáticos actuales también es posible que el conductor indique al control electrónico cuándo desea cambiar de marcha.
Es decir, se puede realizar una conducción parecida a la que se realizaría con un coche manual, pero sin necesidad de pisar embrague ni mover una palanca de accionamiento mecánico.
Ventajas de los coches manuales
Estas son las ventajas de los vehículos con cambio manual:
- Menor coste de adquisición
- Las reparaciones de las averías del cambio manual son mucho más baratas que las del automático
- Son más adecuados para zonas muy viradas, irregulares o con pendientes acusadas
Adicionalmente, los conductores más deportivos y puristas no tienen ninguna duda a la hora de elegir entre un coche automático o uno manual: mantienen que la experiencia de conducción más genuina es la que proporciona un cambio manual.
Un argumento que puede carecer de peso para quien prefiera la sencillez y la comodidad.
Ventajas de los coches automáticos
A cambio, los coches con cambio automático:
- Son más fáciles y cómodos de conducir
- Entregan la potencia de manera extremadamente suave o briosa, según las demandas del conductor
- Resultan ideales para conducir en ciudades donde son habituales las retenciones y los atascos
- Presentan averías en el cambio con menos frecuencia que los vehículos manuales
Preguntas frecuentes acerca de los coches con cambio automático
Como complemento, resolvamos algunas cuestiones que se plantean quienes nunca han tenido un coche automático y están pensando en adquirir uno:
¿Los coches manuales consumen menos que los automáticos?
Está muy extendida la creencia de que los coches manuales consumen menos gasolina que sus equivalentes manuales.
Lo cierto es que, con la tecnología automática actual, las diferencias de consumo son pequeñas e incluso es posible gastar algo menos con un vehículo de cambio automático, con la excepción de la conducción urbana.
¿Es más fácil aprender a conducir un coche automático?
Aunque el cambio de marchas y el funcionamiento del embrague se convierten en algo natural después de un tiempo, cuando estamos aprendiendo a conducir puede ser necesario practicar bastante para dominar esta habilidad.
Con un coche automático no es necesaria esa habilidad y el conductor solo ha de concentrarse en la velocidad y la posición del vehículo en la carretera.
Además, pueden mantenerse las dos manos en el volante en todo momento y el coche nunca se calará en una pendiente empinada.
¿Si me saco el carnet conduciendo un coche automático puedo conducir uno manual?
En el Reglamento General de Conductores se especifica que quién supere el examen para obtener el carnet de conducir con un vehículo de cambio automático, verá reflejada dicha circunstancia en su permiso de conducción.
Por lo tanto, solo podrá manejar coches automáticos.
Precauciones a adoptar cuando aún no estamos habituados al cambio automático
El principal riesgo al que se enfrentan quienes pasan de un coche manual a uno automático es el de pisar el freno involuntariamente con el pie izquierdo, como consecuencia del reflejo adquirido tras muchos años de pisar el embrague.
Esos accionamientos involuntarios provocan frenazos de gran brusquedad y peligrosidad, ya que el conductor está habituado a utilizar el pie izquierdo con mucha más fuerza que el derecho.
Por tanto, es indispensable colocar el pie izquierdo en el reposapiés que los coches automáticos tienen en el lugar del embrague. La regla básica es hacerse a la idea de que el pie izquierdo no existe y no moverlo bajo ningún concepto de ese emplazamiento.
La segunda precaución es la de prestar especial atención en las detenciones: si distraídamente levantamos el pie del freno, el vehículo se moverá hacia delante con el consiguiente riesgo de colisión con el coche precedente.
Y si se trata de un estacionamiento breve o parada con el motor encendido y vamos a bajarnos, cerciorémonos de que el control del cambio automático está en la posición P (modo Parking). De lo contrario, el vehículo comenzará a avanzar mientras intentamos bajarnos del mismo.
Tras esta lectura, ¿aún sigues preguntándote si es mejor un coche manual o uno automático? Lo único que podemos decirte es que, para salir de dudas, pruebes a conducir un coche automático. En M10 Selection estaremos encantados de cederte, sin compromiso, un vehículo automático seminuevo y de asistirte en la conducción durante tu prueba.